lunes

SAN CHE REBELDE DE GUEVARA



1928 - 1967



El héroe es un cualquiera de estirpe desconocida quien reacciona a las circunstancias automáticamente, con visión al futuro y guiado, íntimamente, por sus instintos y su condicionamiento previo. Ejemplos: El niño de cinco años que desconecta el árbol navideño al empezar a chisporrotear. La nena de seis años que llama los servicios de emergencia cuando vio a la abuela sentada en el suelo respirando con dificultad. Y personalmente cuando nos hacemos a un lado porque un mueble se nos viene encima. El gol, que tiene el gol de especial, una pelota que pasa entre dos palos, nada podría ser más efímero, pero para el que lo logra es un GOL que lo convierte en héroe. Todo eso es heroísmo, pequeño talvez, sin embargo heroísmo aunque pase desapercibido ante sí mismos y ante los demás. También está el héroe de los grandes, ilustre por sus hazañas y virtudes e ideas. Pero el héroe sin ser especial, se convierte en el paradigma de lo que el ser humano es capaz al dedicarse totalmente a una causa. Jonás Salk nos dejo con esta perlita, “Me gustan los riesgos porque siempre tienen dividendos, se aprende lo que hay que hacer o lo que no hay que hacer”. Después de ocho años de esfuerzo y fracasos, también, el doctor Salk le dio al mundo la vacuna contra la poliomielitis, que antes de los años cincuenta tenía al público aterrorizado mundialmente. El doctor Salk rehusó patentar esa vacuna, y en 1995 cuando murió, activamente trabajaba en el proyecto de la vacuna contra el SIDA. ¡Héroe…!

El héroe nos muestra y nos ilumina el sendero de lo posible en el reino de las ideas, y nos hurga a superar nuestras propias ‘limitaciones condicionadas’ para alcanzar el éxito. Alrededor de los héroes grandes, se desarrolla el mito del súper hombre, y el público los infla. Los mitos crecen y proyectan sombras muy largas que dan miedo y cobran vida propia. Pero es la idea la base del mito, y eso es lo indestructible, lo imperecedero. Los operadores centrales de organizaciones comerciantes del credo conocen perfectamente el poder del mito psicológicamente y lo empacan muy bien con dogma e imágenes. La publicidad comercial no nació por si sola fue copiada para que el público sea devoto de Volkswagen, FIFA y Coca-Cola. Todo es lo mismo, una idea, un mito y una imagen. Pero la idea no tiene que ser la verdad, desde luego. La propaganda política también es la misma cosa.

El Che no creo ningún país ni creo ninguna utopía ni nada nuevo. No cambió nada por sí solo, realmente, pero al convertirlo en mártir canonizaron al Santo de la Rebeldía, y nos hereda la idea que el individuo debe de ser el amo de su propio destino, que debe de pelear para recobrarlo si lo ha perdido, debe de pelear para preservarlo y si deja la vida en la lucha, su propia muerte será su galardón.
San Che Rebelde de Guevara.

¡Héroe, mito y santo…!

HORMONAS



Hormonas:

Secreciones glandulares que regulan funciones específicas de órganos y tejidos en el organismo.

Dentro de la naturaleza, para que exista la diversidad genética de manera viable, existen los dos géneros en las especies; menos en las asexuales como las babosas que son moluscos gasterópodos pulmonados. Esos animales son ‘fósiles’ vivientes que no han evolucionado, en lo más mínimo, porque se reproducen espontáneamente como clones, copias exactas el uno del otro. Pero el resto de los animales y plantas, en general, hacen uso del sexo para evolucionar, y efectivamente diversificarse genéticamente. Por lo tanto el sexo para el animal humano es tan natural como el resto de las funciones biológicas; respirar, digerir, pensar y dormir.

La naturaleza no tiene nada de malo, y el sexo lo tiene todo de bueno, pero las instituciones autodenominadas como promotoras de las reglas sociales han tenido a bien presionar a los individuos con un sistema irracional para forzarnos a vivir dentro de una estructura social utópica que no es natural. Nos quieren convencer que para practicar el sexo tenemos que seguir reglas fantásticas que no toman en cuenta la naturaleza ni la felicidad del individuo. Cada uno de nosotros, individualmente, somos testigos fieles de nuestro propio desarrollo biológico, y esas instituciones nos quieren hacer sentir culpables por nuestros deseos sexuales. Eso es tan lógico, como pecar por sentir hambre, y comer. ¡No es tonto, es una locura dejarse convencer por semejante BURRADA…!

Cada uno de nosotros, individuos de ambos géneros, somos poseedores de una inteligencia tan buena y tan potente como la de cualquier otra persona, y para todos está a nuestro alcance pensar lógicamente y encontrar los principios y las soluciones adecuadas para nuestras vidas individualmente. La necesidad de satisfacer el sexo es sumamente potente y siempre se satisface de alguna manera; todos los individuos de ambos géneros nos masturbamos, pero si les preguntamos a nuestros padres, a los maestros y a los abuelos, nos dicen que ellos jamás hacen semejante ‘porquería,’ y que si nosotros lo hacemos, es pecado, que nos van a salir granos y pelos en las manos, y nos quedaremos tontos y ciegos. Desafortunadamente, los tontos que lo creen caen de babosos y se quedan ciegos con esa fantasía que los domina. ( Babosos, esos moluscos gasterópodos de los que ya hablamos)

Pero hay personas que se dan cuenta del truco, y otras que simplemente lo ignoran y se amparan a la naturaleza que experimentan, y hacen a un lado las fantasías sociales y gozan del sexo libremente. A mí me parece más inteligente dudar de las instituciones religiosas y comprender la tomada de pelo que nos han dado y recobrar la felicidad personal. Cuando individualmente comprendemos lo obtuso de las reglas sociales, nos damos cuenta de las inconveniencias que nos causan personalmente. Por ejemplo: ¿Cuál es la razón del himen? Biológicamente, se trata de una membrana de función prenatal, pero a las mujeres las han logrado manipular haciéndolas creer que se trata de un sellos de pureza. ¿PUREZA DE QUÉ?

Las mujeres son víctimas del sello de la virginidad, impuesto para que cuando se casen se conformen con lo que les toca y no se quejen. Una mujer con experiencia, no se conforma porque sabe lo que le gusta, y sabe lo que es calidad. Eso quiere decir que esa mujer está educada en el sexo y que no se le puede simplemente usar. La mujer educada que se conoce a sí misma, intimida a cualquier machito mediocre que no tiene ni idea del funcionamiento genital femenino, y que no tiene ni idea de cómo satisfacer a las damas y que no sabe amar.

En los países latinos, para los jóvenes, les es aceptable tener muchas amantes y contratar profesionales, y se supone que es para aprender. Pero no sucede así. Con las Personas Ubicuas Táctiles y Amables, es imposible llenar la parte emocional del momento o aprender porque las chicas trabajan por destajo, a no ser que se trate de un vínculo comercial a largo plazo, de otra manera no funciona. Y cuando se trata de amantes, para los chicos jóvenes sin los suficientes fondos disponibles, eso bordea sobre lo imposible. Es por eso que los machitos tiernos andan locos por casarse, para tener vagina a la mano. Y la responsabilidad de la familia y todo lo demás se acepta como castigo.

Para mí, ese sistema es inaceptable. Ya sea cuestión de ley o de religión, es igual de inaceptable porque están basados en fantasía. Los hombres y las mujeres somos iguales, en cualquier volumen de anatomía se pueden observar las diferencias físicas entre los géneros, y al observar cuidadosamente, los genitales, también son iguales, la diferencia radica en que están configurados de distinta manera para adaptarse a la función sexual y dar cabida a la diversidad genética. A ver: Pezones ambos géneros tienen; clítoris y pene; testículos y ovarios, etc…

Esas leyes y tradiciones pueden haber tenido sentido común hace tiempo. Pero hemos entrado al nuevo milenio; esta es la era de la ‘Amplia Red Mundial’ (World Wide Web). Ya no estamos separados por miles de kilómetros, ahora estamos separados por meros segundos. La información nos llega a la velocidad de la luz, casi. Ahora, las mujeres ya pueden ser libremente informadas, y se deben vacunar contra la virginidad lo más pronto que les sea posible y gozar de su sexualidad como los seres humanos que son, y no poner atención a los ‘eguitos’ de machitos ineptos.

Una pregunta… pero hay que pensar la respuesta, y no reaccionar, tomando en cuenta que las tradiciones no son razones: ¿Qué razón fundamentalmente práctica y real pudiera existir para que las mujeres se deban casar siendo vírgenes?

FORMA Y FUNCION




En el arte no existen regalas porque lo que se crea es artificial, es fantasía que complace los sentidos y que explica la realidad desde ángulos fuera de lo natural, con certidumbre y con engaño y al mismo tiempo. Todos los dedicados al diseño de objetos y espacio para el hombre, se ven confrontados con el dilema de crear para complacer gustos estéticos, y con frecuencia irrazonables, y al mismo tiempo llenar necesidades funcionales. Por ejemplo, los pantalones vaqueros no tienen nada de bonito, pero son totalmente funcionales, la tela no se rasga, no se plancha y cuanto más vieja y raída mejor, las costuras no se descosen y los objetos no se derraman de los bolsillos. ¿Entonces, son esos pantalones bellos, sin ser bonitos, y por qué son tan codiciados? ¿Y el sol que no tiene nada de bonito, pero funciona muy bien como el centro de la vida… qué? Ahora bien ¿en donde esta lo bello, en la función o en lo bonito?

El arquitecto Louis Henri Sullivan nos dejó el axioma, ‘La forma se adapta a la función’. Esas palabras sabias son odiadas por los arquitectos que desean ser más artistas que realistas y por decoradores que lo único que tienen en mente es lo bonito. En las últimas décadas, los decoradores le han cambiado nombre a su profesión, ahora son diseñadores, pero siguen sin comprender los aspectos filosóficos de la estética y la razón. A saber, la palabra filosofía nos llega del griego, ‘amor por la sabiduría. La filosofía occidental se divide en cuatro ramas principales; la metafísica que investiga la realidad, la epistemología que estudia el origen, validez y límites de la sabiduría, la ética que estudia la naturaleza de la moralidad, y la estética que estudia la belleza.

¿Pero en dónde está la belleza, en las páginas de un catalogo de modas, o entre dos amantes enamorados que no se niegan amor? ¿O será, talvez, que la belleza es únicamente una percepción en la psiquis de lo que nos gusta?

domingo

¿QUIENES DIRÁN QUÉ?



¡Hay, es que… qué dirán!

Efectivamente, vivimos en una pecera de cristal porque somos animales gregarios. En nuestras comunidades, aunque cada vez son más pobladas, seguimos siendo familias integradas a una tribu enorme, culturalmente dividida lingüísticamente. Viene a mente, algo así como ver los grandes rebaños de ‘wildebeasts’ desplazándose predictiblemente sobre los llanos del Serengueti. Aunque cada animal es un individuo, todos funcionan dentro del rebaño con impresionante precisión militar. Esa especie se ha adaptado, y sobrevive las vicisitudes del ambiente muy bien, y sin problemas sociales dentro del rebaño. Por ser los poseedores de un intelecto más amplio, para colocarnos a la altura de rebaño, los cabecillas y caudillos han desarrollado un condicionamiento social (lavado cerebral), y por medio de la fantasía religiosa han creado dioses fantásticos que castigan y torturan al individuo después de muertos y para siempre y ¡hasta el fin del tiempo! Ah, y esos dioses, también, nos aman… y mucho… Hmm…

Los ‘wildebeasts’ no son tan inteligentes como para caer de babosos creyendo fantasías de ese tamaño, ellos inteligentemente aceptan su código genético y basta. Ahí está una lección enorme, de un animal de inteligencia de menos amplitud, para el animal de inteligencia ‘suprema’.

Dentro de ese mismo sistema de fantasías, tenemos la creencia que todo el mundo es un tribunal que está a la expectativa de nuestras vidas individualmente; nadie es tan importante como para tanto. Desde luego, todos nos criticamos unos a otros por no seguir ese fantástico, estrecho y recto caminito… ji, ji, ji… pero, desde luego, lo hacemos por mera hipocresía. Esa fantasía nos ha debilitado el ego a tal punto que nos hemos convertido en nuestros propios policías y peores enemigos porque nos privamos de placer sin ningún objeto, y para satisfacer ¿QUÉ Y A QUIÉN?

Usando el largo de las faldas como termómetro social, recuerdo a mi bisabuela, quien usaba sus naguas hasta los tobillos, mis abuelas a media pantorrilla y mi madre arribita de esa medida. Mis primas fueron las primeras en colocarse la minifalda, pero se sentían tan incomodas que para entrenarse, por un tiempo, usaban pantalonetas por debajo, mientras se acostumbraban al haber sobrepasado ese límite mítico de la rodilla. Hace más o menos ciento cincuenta años que nació mi bisabuela, y ahora, en este milenio el largo de la falda ha llegado al verdadero tope, esa prenda, si se acorta más, cambia de nombre y se llama cinturón.

Al mismo tiempo que la falda fue subiendo, a mi parecer, fuimos entrando en un ambiente de hipocresía menos grueso. La televisión, a los jóvenes de todo el mundo los unió con la moda y el rock and roll, y aprendimos a ser un poquito menos hipócritas. Desafortunadamente, nunca sostuve conversaciones con ninguno de mis bisabuelos, ni abuelos, únicamente con mis abuelas. La madre de mi padre fue señora muy especial, a mi padre le dio a luz diez días antes de cumplir trece años. Esa mujer, a todos los primo nos dejaba asustado con su manera tan liberal de pensar, parecía estar fuera de lugar para una mujer arrugada que había pasado la mayor parte de su vida en la panadería de un pueblecito al lado de la jungla. Mi otra abuela también era mujer muy liberal en cuanto al caminito recto. Ella era dueña de una tienda grande, y ahí llegaban todos los chismes del barrio y mi abuela se divertía extendiendo criticas sangrientas y apodos para hacer reír. Realmente no recuerdo haber escuchado malicia en serio para herir. Talvez estoy defendiendo sus defectos, pero es que era mi abuelita.

¿Qué derecho tienen los demás para inmiscuirse en nuestras vidas? En realidad ninguna, pero nuestras vidas son transparentes y nos miramos y criticamos unos a otros, esa es la realidad, y eso realmente tiene una función social. Esa crítica, nos hace examinar el comportamiento ajeno a nuestro alrededor y tomamos consciencia del momento porque todo lo que cambia afuera de la familia, también camia dentro de la familia porque la tribu es solo una. Sin embargo, somos seres humanos que apreciamos la individualidad y nuestra privacidad. Entonces, si tomamos en cuenta cualquier opinión ajena para quedar bien con todo el mundo, nos privamos de la aventura de vivir.

Ahora bien, esas lombricitas que insisten en que les tomemos en cuenta sus opiniones pueden regresarse por el hoyito de donde salieron.

REALIDAD Y FANTASIA



Fidel Castro capturado Julio de 1953



Bill Gates Capturado Diciembre de 1977


Todo aquello que nos podemos imaginar, es realizable, siempre que esté dentro de los límites de la realidad y totalmente aislado de la fantasía. Y no es necesario tener conexión alguna con ningún otro espíritu más que consigo mismo, pues más de eso ya es estorbo. La confianza en sí mismos es lo que nos lleva a la meta, cuando sabemos cuál es la meta. La fe es tan solo mera fantasía que demandan las organizaciones religiosas de sus creyentes para que no piensen, no tengan confianza en sí mismos y se traguen el dogma entero para que sean ovejitas fácilmente manipulables. Tomando del aire, y sin crítica de ideología política, Fidel Castro, hijo de un burgués analfabeto, tuvo una idea, sueños y planes, pero sin fantasía. La realidad de lo posible es obvia, Bill Gates sabía que el futuro de la computación era grande, tanto que abandono los estudios universitarios porque tuvo confianza en la realidad del futuro y en sí mismo. Billy Boy, fundó su propia compañía en la cochera de su casa, y la llamo Microsoft porque nunca pensó que esa oportunidad fuera tan grande. Ahora muy bien se podría llamar Macrotough, que nadie lo dudaría.

NÁUFRAGOS DE LA REALIDAD




La realidad aparentemente ha naufragado y sobrevivimos sobre un mar de fantasía inconsecuente que tomamos extraordinariamente en serio. Vivimos pagados de sí mismos por las cosas bonita que poseemos, la marca famosa de nuestros calzoncillos y el esmalte para las uñas, pero no estamos interesados en la realidad espiritual de nuestros parientes y amigos, solo nos importa que estén empacados en lujo y a la moda, y cuando no los necesitamos que desaparezcan. Con tantas vacunas, ahora somos más gente viviendo más y más juntos, pero más aislados, en soledad espiritual frente a las pantallas que nos gritan que para ser felices tenemos que comprar más, y más y más. Personalmente y sin ningún objeto, tengo dos roperos llenos de zapatos y trapos. Y tengo menos verdaderos amigos que camisas. Para mí, es sorprendente observar que amigos, intencionalmente no hablan de filosofía, política, religión y las funciones fisiológicas. Y que de sexo no se habla, mucho, menos en reuniones de género mixto, y jamás con los jóvenes, “porque sería desmoralizarlos”. “¿Cómo…?”

Pero nos criticamos unos a otros por no poseer un automóvil más nuevo, y nos olvidamos de imitar al individuo con el coche viejo quien le ha dado mejor mantenimiento a su inversión, y vive en la solvencia con menos presión económica. Nos burlamos de la mujer guapa con un novio como pata de elefante de tan feo, sin considerar los encantos espirituales de ese hombre. Todos los hombres buscamos mujeres de superficie bonita para presumirlas como falderos de pura raza, sin importarnos quienes son intelectualmente, y las damas buscan hombres poseedores de muchas cosas sin que la nobleza ni la solidez de carácter cuenten.

Tenemos cosas, y cosas, y cosas en cantidad, y novias y amigos bañados y de lujo, y estamos impresionados; y solos y deslumbrados en la frialdad de esa fantasía. En donde está el amigo que nos dice, “Ayer te vi manejando, y tú no sabes manejar borracho”. Parece como que no quisiéramos ofender a nadie con la verdad, para no vernos feos. Tenemos miedo de parecer feos o de ser feos, sin tener un concepto sólido de lo que es la belleza; o si talvez tal cosa existe. No queremos ser feos, pero mentimos con facilidad. No queremos ser feos, pero somos hipócritas. No queremos ser feos pero les demostramos superioridad a los amigos.

Ya no sabemos lo que es la realidad, y nunca supimos lo que es la belleza. Cayetano

ARRUGAS



Ccomprar potingues que aseguran y recuerdan las inevitables arrugas, y que prometen lo imposible que es borrarlas, no parece ser muy inteligente ¿verdad? Pero hay razón para caer de incautos tan fácilmente, la religión ya nos tiene condicionados a creer en comprar milagros e indulgencias por medio de la iglesia, que también, en forma de limosnas, recibe las mordidas para entrar al cielo. ¡Qué tomada de pelo! Dos mil años de lo mismo, y el público no se aviva. ¿Qué será? ¿Pero… por qué será? En sesenta y seis años no he visto ni un solo milagro, pero doy fe de los miles de creyentes que contribuyen a los caudales de los curas, que también se mueren viejos, feos y arrugados, pero jamás en la pobreza. Y tampoco he sido testigo de ninguna dama que con cremas se haya vacunado contra la vejez, pero si veo por la calle a muchas viejas con las caras estiradas imitando lagartijas. La realidad es como es, y no tiene nada de bueno, y nada de malo porque he ahí la perfección. Los problemas nos empiezan cuando nos confundimos, o nos confunden con fantasía. Por ejemplo, la realidad de las arrugas la tenemos escrita en el código genético, hasta que no podamos cambiar eso, sólo hay lugar para la fantasía de potingues y maquillajes, y la realidad de la cirugía es que sólo estira ‘pellejo viejo’ lo pone fuera de lugar y no lo rejuvenece. Aquí cabe mencionar la panacea para la felicidad, “Hacer buen ejercicio de serenidad para aceptar lo que no podemos cambiar, usar coraje para cambiar lo que si podemos y aplicar sabiduría y poder establecer la diferencia”.

VASECTOMÍA




La actividad más difícil para el hombre es la de pensar, seguida muy de cerca con escuchar, y eso quiere decir oír con suprema atención. Para decidir es necesario pensar con claridad y sin obstáculos; luego actuar disciplinadamente. He aquí un trocito de mi vida:

Estuve casado con María Lejandra, de quien yo creía estar enamorado, pero sin saber que las hormonas sexuales causan locura temporal y selectiva. Con la chica teníamos el pacto de no tener hijos sino hasta ser dueños de la casa donde crearíamos a los niños. A los tres años, unilateralmente ella decidió descontinuar el tratamiento anticonceptivo y sin mencionarlo, pero me di cuenta casualmente que no había tomado cinco pastillas del ciclo, y yo sabía que ella era muy precisa con los medicamentos como para olvidar algo así. Cuando me di cuenta, estaba en el baño a punto de tomar la ducha, entré a la bañera y cerré el cristal. En un momento de lucidez destellante, decidí no salir del agua sino hasta tener el plan completo de lo que debería de hacer porque esa decisión tendría repercusiones emocionales y económicas el resto de mi vida, y de cualquier manera, mis planes tan preciados se corromperían por esta manipulación sorpresiva de mi amada. Abrí el chorro, y recordé la panacea universal para la felicidad, “Serenidad para aceptar todo aquello que no se puede cambiar, valor para cambiar lo que sí se puede, y sabiduría para reconocer la diferencia”. A mi esposa la conocía desde la niñez, y yo pretendí modificar su carácter, pero mientras jugaba con el jabón, reconocí lo irrespetuoso que es pretender cambiar a alguien porque a mí no me gusto que ella pretendiera cambiar mis planes con esa manipulación, y también, me di cuenta perfectamente de lo imposible que eso es. Contra mi propia voluntad, yo había aceptado tener hijos para complacerla, pero, hasta entonces, me di cuenta que yo no me estaba complaciendo a sí mismo y que eso sería un sacrifico mortal para mi felicidad. También pensé en el pleito que se aproximaba al confrontarla con las pastillas, y sabía que esa contienda yo la tenía que ganar para obligarla a que se tomara las pastillas juntas. Mientras me afeitaba, Lejandra entro al baño, con mi camiseta puesta como salto de cama y el cabello enmarañado, se veía adorable, me ofreció café y volvió a la cocina. Mientras tanto, decidí ganar el pleito de la mejor manera, sin pelear. Cuando regresó con un tarro de café en cada mano, se puso enfrente de mí, se paró muy rectecita, sacando mucho el pecho hermoso y post adolescente, y con su mejor sonrisa dijo, “¿Tarro o teta?” Jamás se me había presentado oportunidad más grande para pelear sucio. Lejandra era glotona y adicta al dolor, especialmente por los pezones, la tome por las tetas delicadamente y en los labios le planté el beso más sensual y tierno que tengo para las ocasiones especiales, ji, ji, ji; y la puse contra la pared, Cuando ella trato de pedir tregua para asentar los tarros, con la rodilla atosigué la púbera y empecé a castigar los pezones. De pronto empezó a temblar de los brazos y a derramar el café, abrí los ojos y vi el torrente de lágrimas que vertía. Despacito cesé el ataque, y le recibí los tarros; los puse sobre el mostrador y continué besándola. Ella pedía guerra, dulcemente acariciando el emblema varonil. Tomé una toalla doblada, la puse sobre el retrete y con un ademan la invite a sentarse, Lejandra me vio con ojos pícaros, sonrió muy bonito y dijo con diablura, “¿Te gustaría que, primero, bebiera del café caliente?” Me sonreí ampliamente y con dulzura sobre la máscara hipócrita respondí, “¡Si…! Y al mismo tiempo, tómate estas pastillitas que se te olvidaron”. Sorprendida nada más, me dio un vistazo a los ojos y dijo “Y sí… sí claro, me había olvidado”.

Esa batalla la gane de la manera más linda e impunemente, con retrechería y vulgaridad de la más hermosa, y al final recibí un lindo premio…


Esa misma mañana hice cita con el urólogo, y unos días después fui vasectomizado como dios no manda. Esta anécdota es una de mis mejores decisiones y la mejor ejecutada, de toda mi vida. De estos sucesos hace treinta años y dos afortunadas esposas más.

Cada vez que me recuerdo, no tengo más que congratularme de nuevo. Ha sido un placer terapéutico muy grande al hacerlos participes.

CITA HIPÓCRITA




No logro comprender porque las mujeres insisten en ponerse en peligro engañando a los hombres con el vago aroma de la púbera, para sacar el provecho de una cena, o de un concierto o cositas por el estilo, y perder su integridad como personas honestas. Y también arriesgarse a que algún tipo de mal vivir las pueda hasta vejar. Aunque cuando eso sucede, por lo general son amigos conocidos que se sienten engañados y explotados, aún así no hay razón para la violencia y los vejámenes. Ya sea durante el transcurso de una cita o al final, toda persona tiene el derecho a rehusar. A mí no me gustaría que aunque fuera la mujer más hermosa del mundo, por una cena sentirme obligado a besar al bicho piloso… No… Por la razón que sea. No.
El amor y el sexo y las citas y fines de semana y vacaciones, todo eso es parte integral de vivir una existencia feliz para ambos géneros del ser humano. Pero todas esas aventuras son maravillosas cuando somos sinceros. Cuando somos hipócritas y les mentimos a las otras personas les hacemos daño y no les gusta, y nos hacemos daño a sí mismos porque nos ponemos en peligro de represalias desproporcionadas. En este milenio, y principalmente en los países más desarrollados, las mujeres están ya casi llegando a la igualdad y por su propia cuenta. Ahora, dentro de su experiencia, las damas ya se sienten lo suficientemente libres y nos piden citas, y nos invitan a cenar y al teatro y a fornicar, y ellas pagan la cuenta porque ese es el precio y el placer de ser libres; los hombres lo hemos sentido siempre. La tacañería y gorronería y ese placer estúpido de explotar a los demás por dos centavos, es eso, estúpido, y para ambos sexos. Además es una manera fácil de perder amigos, y lograr ‘la mejor’ de las malas reputaciones como hipócritas. Cayetano…´º¡º`

¿PUREZA DE QUÉ?




Biológicamente y dentro de la naturaleza, para que exista la diversidad genética de manera viable, existen los dos géneros en todas las especies; menos en las asexuales como las babosas que son moluscos gasterópodos pulmonados. Esos animales son ‘fósiles’ vivientes que no han evolucionado, en lo más mínimo, porque se reproducen espontáneamente como clones, copias exactas el uno del otro. Pero el resto de los animales y plantas, en general, hacen uso del sexo para evolucionar, y efectivamente diversificarse genéticamente. Por lo tanto el sexo para el animal humano es tan natural como el resto de las funciones biológicas; respirar, digerir, pensar y dormir.
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La naturaleza no tiene nada de malo, y el sexo lo tiene todo de bueno, pero las instituciones autodenominadas como promotoras de las reglas sociales han tenido a bien presionar a los individuos con un sistema irracional para forzarnos a vivir dentro de una estructura social utópica que no es natural. Nos quieren convencer que para practicar el sexo tenemos que seguir reglas fantásticas que no toman en cuenta la naturaleza ni la felicidad del individuo. Cada uno de nosotros, individualmente, somos testigos fieles de nuestro propio desarrollo biológico, y esas instituciones nos quieren hacer sentir culpables por nuestros deseos sexuales. Eso es tan lógico, como pecar por sentir hambre, y comer. ¡No es tonto, es una locura dejarse convencer por semejante BURRADA…!
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Cada uno de nosotros, individuos de ambos géneros, somos poseedores de una inteligencia tan buena y tan potente como la de cualquier otra persona, y para todos está a nuestro alcance pensar lógicamente y encontrar los principios y las soluciones adecuadas para nuestras vidas individualmente. La necesidad de satisfacer el sexo es sumamente potente y siempre se satisface de alguna manera; todos los individuos de ambos géneros nos masturbamos, pero si les preguntamos a nuestros padres, a los maestros y a los abuelos, nos dicen que ellos jamás hacen semejante ‘porquería,’ y que si nosotros lo hacemos, es pecado, que nos van a salir granos y pelos en las manos, y nos quedaremos tontos y ciegos. Desafortunadamente, los tontos que lo creen caen de babosos y se quedan ciegos con esa fantasía que los domina. ( Babosos, esos moluscos gasterópodos de los que ya hablamos)
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Pero hay personas que se dan cuenta del truco, y otras que simplemente lo ignoran y se amparan a la naturaleza que experimentan, y hacen a un lado las fantasías sociales y gozan del sexo libremente. A mí me parece más inteligente dudar de las instituciones religiosas y comprender la tomada de pelo que nos han dado y recobrar la felicidad personal. Cuando individualmente comprendemos lo obtuso de las reglas sociales, nos damos cuenta de las inconveniencias que nos causan personalmente. Por ejemplo: ¿Cuál es la razón del himen? Biológicamente, se trata de una membrana de función prenatal, pero a las mujeres las han logrado manipular haciéndolas creer que se trata de un sellos de pureza. ¿PUREZA DE QUÉ?
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Las mujeres son víctimas del sello de la virginidad, impuesto para que cuando se casen se conformen con lo que les toca y no se quejen. Una mujer con experiencia, no se conforma porque sabe lo que le gusta, y sabe lo que es calidad. Eso quiere decir que esa mujer está educada en el sexo y que no se le puede simplemente usar. La mujer educada que se conoce a sí misma, intimida a cualquier machito mediocre que no tiene ni idea del funcionamiento genital femenino, y que no tiene ni idea de cómo satisfacer a las damas y que no sabe amar.
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En los países latinos, para los jóvenes, les es aceptable tener muchas amantes y contratar profesionales, y se supone que es para aprender. Pero no sucede así. Con las Personas Ubicuas Táctiles y Amables, es imposible llenar la parte emocional del momento o aprender porque las chicas trabajan al destajo, a no ser que se trate de un vínculo comercial a largo plazo, de otra manera no funciona. Y cuando se trata de amantes, para los chicos jóvenes sin los suficientes fondos disponibles, eso bordea sobre lo imposible. Es por eso que los machitos tiernos andan locos por casarse, para tener vagina a la mano. Y la responsabilidad de la familia y todo lo demás se acepta como castigo.
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Para mí, ese sistema es inaceptable. Ya sea cuestión de ley o de religión, es igual de inaceptable porque están basados en fantasía. Los hombres y las mujeres somos iguales, en cualquier volumen de anatomía se pueden observar las diferencias físicas entre los géneros, y al observar cuidadosamente, los genitales, también son iguales, la diferencia radica en que están configurados de distinta manera para adaptarse a la función sexual y dar cabida a la diversidad genética. A ver: Pezones ambos géneros tienen; clítoris y pene; testículos y ovarios, etc…
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Esas leyes y tradiciones pueden haber tenido sentido común hace tiempo. Pero hemos entrado al nuevo milenio; esta es la era de la ‘Amplia Red Mundial’ (World Wide Web). Ya no estamos separados por miles de kilómetros, ahora estamos separados por meros segundos. La información nos llega a la velocidad de la luz, casi. Ahora, las mujeres ya pueden ser libremente informadas, y se deben vacunar contra la virginidad lo más pronto que les sea posible y gozar de su sexualidad como los seres humanos que son, y no poner atención a los ‘eguitos’ de machitos ineptos.
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Una pregunta… pero hay que pensar la respuesta, y no reaccionar, tomando en cuenta que las tradiciones no son razones: ¿Qué razón fundamentalmente práctica y real pudiera existir para que las mujeres se casen siendo vírgenes?

SOMOS ANIMALES



¿Qué no?

La última vez que hablé con Toro, el Labrador negro que vive con migo, me pidió que lo dejara salir al patio porque le gusta fertilizar las rosas a la luz de la luna. No, él no es jardinero, ni poeta tampoco; él es simplemente perro, y como cualquier canino decente, le gusta su casa limpia, pues deposita sus eses fecales lejos de su residencia. Toro es un animal fenomenal sin complicaciones filosóficas, como los humanos deberíamos de ser, jamás se enamora de las perras, y fornica con cualquiera que venga con ganas.

Al parecer, en cuanto a más evolución social nos hemos sometido, más queremos ser como no se debe de ser. Comer, por ejemplo, a los cachorros humanos ya no se les quiere tolerar el contacto con las tetas de la madre como los animales ordinarios que somos. Ahora, los niños se tienen que conformar con objetos inánimes de hule, no recibir los beneficios inmunológicos de la leche materna, y desperdiciando el contacto emocional con las tetas de la madre. Pero nos sorprendemos al saber que a los adultos cada vez les está gustando más y más satisfacerse con muñecas y objetos plásticos.

En las ciudades, las pocas mujeres que aún dan de mamar a sus crías se avergüenzan de su comportamiento, como si tal cosa fuera la anormalidad. Es increíble ver madres corriendo a los baños públicos para alimentar a sus hijos. ¿Qué les parecería a los moralistas, si los mandáramos a alimentarse en los escusados? Tanto poder intelectual dedicado al descubrimiento científico, desarrollo técnico, administración monetaria y alteración de la imagen personal, y cada vez estamos más babosos con respecto a lo básico y fundamental de nuestras vidas. ¡Es absolutamente incomprensible! Nuestros primos, los simios del África Ecuatorial, no se molestan con tales cosas, simplemente se aceptan como y quienes son; lo que es más, ni siquiera piensan en eso.

La arrogancia de nuestros dirigentes civiles y religiosos se ha expandido tanto, al punto de creer que pueden mejorar la naturaleza. En vista del advenimiento del genome ¿acaso no sería simpático que un comité de políticos moralistas y profesionales religiosos diseñaran el nuevo ser humano? Me imagino que nos presentarían una masa protozoaria, semi peluda, rubia, incolora, inodora, sin genitales, ciega, sorda y muda e incapaz de placer, que consume al mínimo, trabaja incesantemente y se reproduce únicamente a voluntad eclesiástica.

Simplemente y como mero recordatorio, sobre este globito azul, desde el principio hemos sido animales, aunque entre nosotros hay quienes resemblan más a los minerales y vegetales, pero esos son casos de evolución retrograda. Ya somos perfectos dentro de la realidad natural, y la evolución nos va adaptando de acuerdo de los requisitos del ambiente. Por cuenta propia el individuo no se puede mejorar, lo único que podemos hacer es ejercitarnos físicamente, emocionalmente e intelectualmente, y nada más. ¿QUÉ MÁS PERFECCIÓN QUE ESO? Si Usted tiene alguna duda, PIENSE, pero piense haciendo a un lado los obstáculos dogmaticos de las instituciones culturales que nos dominan.

De la naturaleza sabemos muy poco, pero sí sabemos que es absoluta e implacable, y no podemos elegir algo distinto porque no hay para donde, es simple. El hombre, con su potencia intelectual, limitada como realmente es, ha creado fantasías y mitos para obscurecer la realidad, y disfrazar la inmensidad natural que no comprende y que desconoce. Desde la niñez, el sistema social nos va debilitando el ego con creencias en monstruos, Santa Claus y mitos fantásticos que se empotran en el subconsciente porque hemos entregado nuestra voluntad y el ego por pura ignorancia y debilidad. Y al final el creyente se siente inmensamente agradecido al mito cuando milagrosamente logra recobrar meras migas de su propia voluntad y potencia. Cualquier extra terrestre, a simple vista, nos consideraría tontos. Es absolutamente razonable pensar que los que saben la verdad del mito, también controlan al creyente incauto. Todos sabemos la verdad y el mito de Santa Claus; a las madres les encanta porque con eso controlan a los hijos, sin interesarles el daño social y psicológico que les causan. Desde luego, toda acción tiene reacción, y llega el momento cuando el niño se da cuenta del engaño que la propia madre ha perpetuado sobre él. A nadie le gusta que le mientan porque eso insulta nuestra inteligencia, y siempre perdemos respeto por quien lo hace, aunque sea la mera madre…

viernes

MATRIMONIO, MALA COSTUMBRE




¿Acaso, es posible desear el matrimonio sin intereses específicos, tales como solvencia económica, posición social y poder?

¿Sí dejamos el sexo fuera de la ecuación del matrimonio, cuantas personas se casarían por amor puro?

¿Acaso, es posible enamorarse, sin estar bajo el efecto químico de las hormonas sexuales?



La comida puede ser mala para un soltero; sólo por un tiempo corto, pero un hombre que sabe leer, no puede ser mal cocinero por mucho tiempo para preparar su propia alimentación. Para cocinar únicamente se necesitan cacerolas e inteligencia mínima, las vaginas salen sobrando. Fuera de bromas, los mejores cocineros del mundo son hombres; al pensar en eso, vienen a la mente Escoffier y Prudome, y no viene a mente ninguna mujer; aparte de las abuelitas con el mito del gazpacho.

Ciertamente, y por experiencia propia, con una mano sobre el corazón y la otra sobre los testiculítos, ninguna de las dos esposas, ni la novia con quien convivimos a prueba, podían cocinar mejor que yo, tampoco gozaban de solvencia económica ni efervescencia intelectual para justificar mi emparedamiento, y la fornicación por si sola, no fue suficiente incentivo para arrastrar con un peso muerto a corto plazo, y menos aun, toda una vida.
El contrato matrimonial, a mi juicio, tiene únicamente la función de promesa a la próxima generación, nada mas, y debería considerarse nulo e inefectivo cuando los niños son inexistentes, y con la mayoría de edad de cada uno de los hijos. Los contrayentes tienen obligación de velar por sus propios intereses independientemente, y así lo hacen, pero no lo expresan más allá de la laringe. Sí este escrito se percibe como una critica sangrienta, así es. Aunque no en contra de ninguna de las partes, pero siempre en contra del mal sistema basado en una larga tradición sobre una fantasía extraordinariamente engañosa, que realmente no favorece a nadie dentro de la familia.
Normalmente, son mujeres quienes enseñan al niño a ser machito, desde los biberones y pañales, hasta que volamos del nido. ¿Después de ese intenso trayecto de amor condicional de parte de las mujeres, condicionamiento clásico y operativo para manipularnos, obediencia y respeto dogmático instalados específicamente para endiosar a la madre, como nos vamos a defender de las esposas con semejante programa ya enterrado en el disco duro? Son las mujeres las dueñas, administradoras y señoras del hogar, y cualquier opinión o dirección del padre siempre es diluida hasta el olvido sin el visto bueno de la madre. Los padres siempre están al margen ocupados haciendo pan, y en el hogar las madres los usan como policías y verdugos del orden infantil. ¿Y el padre que se ha ganado con tantas bendiciones en el hogar? Un orgasmo común. Pensándolo bien, las cosas hechas a mano son mejores.
Estas son puramente observaciones empíricas de mi alrededor durante sesenta y cinco años, y recomiendo que observen objetivamente lo fallado del sistema. El mayor problema para mi, en el contrato, es la cláusula de eternidad; sentirme desesperado por el aburrimiento, ahogandome emparedado sin más consuelo que la muerte, es inhumano. A mi, me gustan más los contratos abiertos, de tiempo indeterminado y cláusula abrupta: hasta que el primero que se aburra decida terminar sin necesidad de extender muchas explicaciones. ¿Para que más?
....Lo mas importante en nuestras vidas es la felicidad, y sin libertad eso es imposible. Cuando nos acusan de egoístas, en realidad, nos están acusando de cuidar nuestra felicidad y libertad celosamente. Eso no es insulto, eso es elogio. Generalmente ese elogio nos lo otorgan cuando las contra partes se frustran y no nos pueden ni usar, ni manipular. Así está muy bien; acepto el elogio.

domingo

NO SE COMO HACER EL AMOR



....Puedo amar con facilidad y, al fin, he aprendido a fornicar adecuadamente como deporte aeróbico, fabuloso, simpático, divertido y recomendable para todas las edades.
....Amor es el sentimiento de atracción que los individuos sentimos por otros individuos cuando nos gustan mucho; odio es el antónimo, y es el sentimiento de repelencia que sentimos por otros individuos cuando NO nos gustan, así es de simple, pero culturalmente hemos corrompido las palabras dandoles usos inexactos. Las compañías publicitarias, los gobiernos, las religiones, los ejércitos, las escuelas e incluso los equipos deportivos, y, desde luego, la familia, tambien, usan esas palabras para confundirnos y manipularnos. Esto se ha convertido en una mala costumbre cultural con la cual nos hacemos daño y nos manipulamos unos a otros. No sin razón, andamos perplejos tratando de averiguar porqué nos llega la neurosis al dislocarnos de las fantasías donde vivíamos tan cómodamente.
....Es imposible amar cosas inánimes. Desen cuenta. ¿Como puede ser posible amar un diamante, cuando sabemos perfectamente que sólo se trata de una simple piedra? Ciertamente nos gusta el poder adquisitivo que un diamante guarda comercialmente, pero el diamante no tiene sentimientos para amarnos. En otras palabras, las cosas inánimes únicamente nos pueden gustar, y nada mas. A todos esos chicos que veo con camisetas que dicen, “Amo al Real Madrid,” yo pregunto, “¿Y acaso, a vosotros os ama el Real Madrid, o únicamente os usa para venderos goles y bagatelas?” Es tonto desperdiciar nuestros sentimientos en cosas inánimes. Porqué la gente hacemos eso, es otro tema y muy largo.
....Todos tenemos casa, es donde está nuestro hogar, y es donde guardamos cosas que nos sirven y nos gustan, por lo tanto, las cuidamos, y todo eso es razonable. Únicamente estoy hablando de un edificio y cosas; el hogar es el grupo de gente que vive junta y que se aman mutuamente, o que se odian; para eso no se necesita casa. El cajón de adobe lleno de porquerías no es el hogar, y no tiene nada que amarle, sólo son cosas inánimes.
....El idioma inglés es aun peor, especialmente en el vernáculo americano, la palabra ‘amor’ ha caído en tan mal uso que hasta cuando el gallo pisa a las gallinas, se dice de esos pájaros que están ‘haciendo el amor,’ y ese mismo mal uso ha sido trasplantado al español por los mojados incultos. El amor no se hace como pasteles, únicamente se puede sentir, se puede dar y se puede recibir como lo que es, una emoción. La función sexual de una vagina y un pene, legal y bíblicamente, en castellano se llama ‘coito,’ como sustantivo, y como verbos están 'coitar,' ‘copular’ y ‘fornicar.’ ¿Se recuerdan, “!..No fornicar..!”? ‘Hacer el amor’ no tiene ni sentido lógico ni gramatical, es simplemente un eufemismo tonto al estilo México, donde no hay huevos, sólo blanquillos.

JUGANDO AL INFERNACULO



....La vida es simple...pero no es fácil. Para poder funcionar con eficiencia desarrollamos rutinas con el objeto de no tener que pensar la misma cosa muchas veces. Una vez aprendemos a amarrarnos los zapatos, y por el resto de la vida lo hacemos de la misma manera cada mañana sin volver a pensar en lo mismo, jamás; es un sistema maravilloso, y eso es el condicionamiento. Ahora bien. ¿Que sucede cuando, por la razón que sea, el individuo aprende mal? Desde luego, nos vamos a caer, vamos a andar incómodos y no nos van a salir callos, y es así de simple. Entonces, tenemos que ajustar el condicionamiento para amarrara zapato; si se puede, mas que por el individuo mismo, únicamente. Examinando el caso de las damas y sus bellos zapatos de tacones altos es un ejemplo clásico de la manipulación colectiva de un segmento de la población. Las damas usan las zapatillas de tacones altos que las hacen‘parecer’ mas altas, ‘parecer’ mas elegantes, ‘parecer’ mas esbeltas y ‘parecer’ mas rítmicas. ¿Y cual es el precio de aparentar tales cualidades? Pues bien, se desarrollan los juanetes y los callos, y los tobillos siempre están en peligro de dislocarse; este accidente es cotidiano en las clínicas de los podólogos. Desde la punta del pie, hasta las vértebras cervicales, el uso de los tacones altos es detrimente para la anatomía ósea de las seres ‘humanas.’ Pero las susodichas siguen tercas y arraigadas en su fantasía y maltratandose la salud. ¿Porqué? Saben perfectamente el daño que se hacen porque son poseedoras de inteligencia. ¿Que las hace estar atoradas en semejante fantasía, sabiendo perfectamente las consecuencias que no son ningún secreto?
....La cruzada en que casual y afortunadamente estoy embarcado, es la de usar el condicionamiento para mi beneficio propio, y no dejar que influencias exteriores me manipulen y me hagan funcionar en contra de mi felicidad, beneficio y bienestar, de la misma manera que los ‘cookies,’ los ‘viruses’ y los ‘worms’ nos perturban las computadoras. El condicionamiento sí no lo escogemos bien, tambien nos perturban la vida.
....Preguntese el individuo, para que sirve el patriotismo y cual es el objeto. El guatemalteco muy patriota declara que su patria es la más hermosa del mundo, que su himno es el más bello, que el café guatemalteco es el mejor y que “Belice es nuestro.” El guatemalteco promedio sin ser dueño ni de media cucharada de tierra no tiene razón de cantar ningún himno llenos de fantasías, jamás ha probado el mejor café que su país produce, y si Guatemala llegara a recuperar Belice, cual seria el beneficio para el. Hay que observar; a la hora de las guerras son los patriotas los que mueren, “los que ven con gozo la dura pelea, el torrente de sangre que humea y l acero al vibrante chocar;” mientras los terratenientes, industrialistas y financieros se enriquecen de la contienda y felizmente cantan victoria.
....El individuo debe de preguntarse, para que sirven las religiones y cual es el objeto. Todas las religiones son iguales porque el objetivo es el mismo, ‘manipular y controlar’ al individuo. Preguntese el individuo, si es que el miedo al sacrilegio lo permite, que beneficio le ha traído, específicamente, la religión. Respuestas como, “Puesss, a mi si me ha dado muuucho,” son tontas y no son validas. Ustedes tiene que saber específicamente que beneficios han recibido, y esas respuestas únicamente se encuentran dentro de si mismo, y es el miedo del sacrilegio lo que mantiene al individuo sin escudriñar en los rincones de la mente, pero ahí están las respuestas. ¿Porqué todas las religiones usan el sacrilegio para intimidar? Al individuo que no se le puede controlar la mente ni el psique, el espíritu o el alma, que son la misma cosa, es el único individuo que puede ser verdaderamente feliz porque es libre.